Naturaleza del Dominicano
Como todo ser humano, los dominicanos desean vivir cómodamente. Es parte de la naturaleza humana. Pero la comodidad cuesta. Y para obtener lo que se compra con dinero hay que trabajar. De manera que el dominicano es muy laborioso. El peligro que se corre de que esta laboriosidad se torne en ociosidad es el comportamiento de los partidos políticos. Ultimamente se están encargando de pagarle a las personas sin trabajar con el sólo propósito de que voten por ellos. Una forma de esclavitud y dependencia económica.
Con la gran cantidad de limitaciones con que vive un dominicano, tiene que tener suficientes ingresos para poder sortear todos los compromisos que debe cumplir. A saber: pagar un lugar donde vivir, pagar colegios, pagar energía eléctrica costosa (esto, sin embargo, obliga a muchos a robársela), comprar botellones de agua potable, lidiar con un sistema de transporte poco eficiente, y... Lo que puede considerarse como algo no necesario pero que la competencia social así parece exigirlo: adquirir bienes materiales para satisfacer lo que la sociedad considera como "éxito personal".
Esto último ha provocado que, en cierto modo, se mantenga el ritmo económico del país. Todos quieren una "yipeta" o un vehículo para transportarse. Incluso, hay personas que dan prioridad al vehículo antes que a una vivienda, aunque su condición de trabajo no se lo exija.